sábado, 26 de marzo de 2011
Decepción, pero orgullo Japonés
La semana posterior a la Marxa dels Castells me la tomé para recuperar, el martes todavía no aparecí por ningún gimnasio pero el jueves ya me atreví a aparecer por la clase de Hapkido y ala tarde a kendo. Había que hacer algo ya que el sábado tenía curso de cinturón azul de Hapkido en el gimnasio que la Fundación Claror tiene en Llinars del Vallés. No estuvo nada mal, eramos unos 35 alumnos, pudimos repasar todos los grupos excepto el último. Repito, muy didáctico. Tenía la moral por las nubes, cada día me veo mejor y este cursillo sirvió para pulir algún defectillo. Practiqué con un antiguo compañero policía nacional, el cual hacía muchos años que no veía. Era de mis primeros años de Hapkido, si bien el es cinturón negro desde que lo conozco. Posteriormente practiqué con otro alumno, el cual no lo conocía y sufrí un pequeñito percance, me provocó un corte en uno de los dedos de los pies por culpa de llevar las uñas de los pie demasiado largas. Total una tirita, limpiar la herida y ha seguir. Imagino que debió olvidarse de recortarse las uñas, que los artistas marciales tenemos que tener como rutina. Acabó el cursillo y me fui corriendo para casa, era el cumple de Chabelita y tenía comida familiar.
Empezó la segunda semana después de la marxa así que se habían acabado las tonterías, por un lado tenía que empezar a correr y por otro quería empezar a caer en las proyecciones para estar preparado para el próximo examen de cinturón rojo, el cual sabía que debía estar muy cerca.
El martes corro en la cinta, si bien no a tope, pero completo los 5,57 Km en 31,5 minutos y me dirijo a la clase de Hapkido. Tertulia típica y calentamiento. Una vez acabado el calentamiento Jacques nos indica que realicemos series de volteretas y de Nakbop, me pilla por sorpresa y decido no hacerlos todavía recordando mi lesión de hombro. Tenía la intención de empezar a caer pero me cogió de sopetón. Una vez se realiza estos ejercicios nos ponemos en parejas para practicar las llaves y jacques le indica a Rafa y javi que el jueves examen, me mira a mi y me dice que yo no, estoy lesionado, no caigo con lo cual no me examino, le indica al otro cinturón azul que él también. Se me cae todo al suelo. Me hundo pero aún así realizo la clase con la máxima energía. Mi compañero no aguanta el ritmo de llaves que aplico. Acaba la clase y me voy hacia mi trabajo. Decepcionado, hundido, hacía mucho tiempo que no notaba un vacío tan grande en mi interior. Llevo mucho tiempo entrenando, ilusionado, no he tenido ninguna prisa en examinarme, siempre he tenido claro que quiero tener el cinturón por pleno merecimiento, pero así por las claras negarme la posibilidad de examinarme era muy decepcionante. Tomo la decisión de no ir más a Kendo hasta tener el hombro totalmente curado. Llega el jueves, corro en la cinta al ritmo habitual, ya lo he recuperado, 5,57 Km en 30 minutos y me voy al tatami. En la tertulia previa a la clase yo no me implico para nada, entré en el tatami saludando educadamente y nada más. me dedico ha hacer estiramientos muy valiosos después de haber corrido, mientras tanto escucho las típicas estupideces por parte de mi profesor y de algún compañero, estupideces del grado que me queda muy bien el azul con el color de mis ojos. Se me tilda nuevamente de "Japonés" (por la práctica de kendo) y que me ponga una cinta de Kamikaze. Todas estas tonterías me parecen muy bien en momentos distendidos, pero sinceramente ese no era el momento. Iniciamos la clase con el calentamiento, parece que Jacques se ha dado cuenta de sus comentarios poco afortunados y realiza otros buscando mi complicidad, a lo cual me hago bastante el loco y lo único que contesto es que "soy superior a esto". Realizo la clase con un cinturón amarillo, con lo cual aprovecho para repasar las llaves de amarillo. En dos proyecciones aprovecho para practicar las caídas suavemente. El hombro aún me duele, pero el corazón mucho más. Han empezado el examen los y veo como cae uno de los cinturones azules, miro a Jacques, el creo que no se da cuenta que lo miro, no lo sé, pero si se dio cuenta sabrá que esa caída era penosa . Sigo entrenado y acaba la clase, me despido educadamente y me voy con mi pena.
No comentó nada a mi familia hasta el viernes al mediodía, no fui capaz de hablar hasta entonces. Chabelita me escucha y se indigna.
Mi decepción viene por varias razones, en primer lugar Jacques me hubiera podido informar un mes antes de la fecha del examen y yo me hubiera tomado muy diferente mi la recuperación del hombro, quizás no hubiera aparecido por Kendo y además hubiera empezado a practicar las caídas. Por otro lado no era para nada el momento de guasa y realizar unos comentarios MUY poco afortunados. Por último, si Jacques decide que no me examine por mi lesión, al menos podría haberme emplazado a dentro de 2 o 3 semanas, con lo cual me da una meta y no decirme que el azul de mi cinturón pega con el color de mis ojos. PATÉTICO. Siempre he tenido mucho respeto por mis profesores de artes marciales, creo que si este no existe mejor cambiar de profesor y realmente esa semana Jacques ha perdido muchos puntos del respeto que le tenía.
Hoy he practicado en casa Nakbop con Isabel, fijándonos en lo que hago bien y lo que hago mal. El hombro me duele, pero DA igual. El lunes llamaré a sanitas y pediré hora para recuperación del hombro, aunque en el momento de la lesión cuando fui al ambulatorio me indicaron que no hacia falta.
Por otro lado he decidido asistir a clases de Hapkido los martes y jueves por la mañana tal y como iba y también los lunes y miércoles por la tarde. Voy ha hacer huelga la JAPONESA, por algo me llama el Japonés.
Me doy un margen de tiempo, espero que no se rompa la ilusión y todo vuelva a su cauce, tiempo al tiempo..........
Quiero aprovechar para dejar mi granito de arena con el desastre acaecido en Japón, haciendo incapie en los grandes valores de la cultura japonesa, los cuales se están demostrando en esta situación tan difícil que les ha tocado vivir. Tienen que estar orgullosos de su cultura y sus valores. Orgullo Japonés
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Mestre, no deixis q et trenquin les il·lusions. TU vals molt més que tot això. El fonamental no és si ets blau, marró o negre, el fonamental de debó és la persona que ets. I tu amic meu pots estar orgullós també de ser com ets (una mica japonès ;).
ResponderEliminarEn primer lugar muchas felicidades para la jefa máxima. Le deseamos la Lola y yo que cumpla muuuuuchos más para que podámos todas/os felicitarla.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas; entiendo perectamente tu estado y siento mucho esta situación inmerecida. Dicen que por la boca muere el pez. Es cierto de que no todos tenemos el don de la palabra y por ello es mejor estar callados, ya que el mal uso del lenguaje acarrea, como mínimo, situaciones como las que has vivido. El respeto, como los clientes se tarda mucho en ganar y poco en perder.
Un abrazo y si necesitas a alguien para charlar de este o de otro tema ya sabes: aquí estoy.
Gracias de verdad a los dos por vuestro apoyo, de verdad, GRACIAS
ResponderEliminarCarles, entre les millors coses que m'ha dut el kendo ha estat conèixer un grup de persones extraordinàries. No sé si serà pq tots estem una mica tocats pel alé japonès o per pura coincidència però saps, el millor de tot és que entre nosaltres les coses es senten i diuen de debò i no per compromís com de voltes passa a la feina o en altres ambits. Com deia el mestre Kend-ito, sente't lliure de trucar si mai vols xerrar o comentar res. De més a més penso q cal fer una Kendo Suckling Band Conference per a trobar-nos tots un altre cop.
ResponderEliminarGràcies Camil
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